COVID-19: ¿Cómo pudo combatirse?

La forma en la que se ha combatido este virus nos hace recordar el escudo de Chile:

“Por la Razón o la Fuerza”

En el Perú, parece que la última parte del lema ha sido la que caló más hondo en la forma de encarar este problema.

Vimos cómo se sacaba gente del mar y se les conducía a comisarias (sin tener gente a su alrededor).

También vimos cómo se le impedía a la gente que trabaja en el campo cuidar de sus cultivos (nuevamente, sin contacto cercano evidente entre las personas que trabajan).

Lo que llamaba la atención era que la minería ilegal y contaminante de la selva continuaba con sus labores de manera usual.

Se cerraba así el país formal y el informal, y se dejaba abierto el país criminal.

En otras palabras, en vez de usar la razón, se ha usado la fuerza.

Como ya mencionamos en un anterior post, todo esto tiene un costo importantísimo para la sociedad peruana. La economía es el principal factor pero no el único. Existe también un daño psicológico y un daño a la salud. Esto debido a que el aislamiento y la falta de movilidad son factores de riesgo en ambos aspectos. 

Adicionalmente, esta crisis está creando las condiciones propicias para problemas mayores: 

  • Pobreza, la cual también mata.
  • Descontento social que puede llegar a un desbordamiento violento.
  • Necesidades básicas no cubiertas que pueden motivar saqueos y otros tipos de violencia.
  • Quiebras empresariales en cadena con un efecto económico dominó el cual sumiría al país en una depresión económica de mayor duración. 

En este contexto, lo que nosotros planteamos sería diferente a las últimas indicaciones del gabinete:

La cuarentena debería abandonarse de una forma más acelerada que la planteada por el gobierno. Además se debería coordinar con el sector privado la mejor manera de re-abrir industrias, servicios y comercios.

En contrapartida el gobierno, en coordinación con gobiernos regionales y municipios podría compensar a través de:

  • Mantener a las personas mayores de 65 años en sus domicilios. 
  • Incentivar a las empresas para que sus trabajadores remotos no regresen a un trabajo presencial.
  • Mejorar e incrementar la información sanitaria que se propala a través de los medios y hacerlo en todas las lenguas nativas.
  • Medir temperatura a distancia, entregar mascarillas y aplicar desinfectante de manos de forma gratuita en los puntos de embarque de transporte público. Hacer lo mismo con taxistas y las empresas de apps vinculadas.
  • Reformar los centros de inspección técnica vehicular para efectuar desinfecciones a unidades de transporte público.
  • Instalar unidades portátiles de desinfección vehicular en estaciones de combustible.
  • Proporcionar guías de protección sanitaria de obligatorio cumplimiento para las empresas que requieran presencia física de trabajadores.
  • Restringir los aforos para diversos locales y medios de transporte.
  • Simplificar los subsidios a la población. Hacerlo por DNI, a todos y sin distingos, implementando para ello una base de datos nacional que sea consultable públicamente.
  • Reducir las colas de subsidios para los no-bancarizados, creando dinero virtual entregado a través de una cuenta de subsidio vinculada a los ciudadanos que cuenten con números de teléfono móvil (las operadores cuentan con el DNI de sus usuarios). Los consumos se harían a través de SMS o app, y los negocios podrían canjear dichos pagos por efectivo en los bancos.
  • Re-abrir empresas por RUC según la actividad primaria y secundaria declaradas ante Sunat. Hacer esto comenzando de inmediato y con nuevas aperturas semanales. Mantener para este propósito una base de datos pública y consultable.
  • Re-abrir actividades informales a través de la naturaleza aparente de la actividad.
  • Destrabar la actividad empresarial, en especial la actividad exportadora, suspendiendo procesos innecesarios ante diversos entes del Estado. En especial las trabas burocráticas aduaneras y regulatorias de diversa índole. Solicitar a cada ministerio la publicación de la lista de las barreras burocráticas que suspenderán.
  • Crear una app del gobierno que vincule geolocalización, número de teléfono con DNI o RUC (data de operadores) con RUC del empleador (data de la ONPE) para poder informar en tiempo real a empresas y ciudadanos sobre reaperturas y cuarentenas aplicables a industrias y negocios en particular (como por ejemplo, cuando se identifique un colaborador como paciente de COVID).
 
Esta lista podría continuar y representa sólo una muestra de lo que puede hacerse con un país abierto y activo. Un país en el que el talento brille por el valor agregado que puede aportar al manejo de la crisis. Un contraste claro con los vetustos, lentos y burocráticos métodos que hoy se aplican.
El principal problema para su ejecución, es que requiere un gobierno que prohíba y regule menos por decreto pero que a cambio pueda gestionar y ejecutar proyectos y operaciones de manera inteligente, creativa, oportuna y eficaz.

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